miércoles, 2 de abril de 2008

Esta fue la carta que envie a todos mis familiares y amigos,

Para mis amigos y familiares,

Quienes reciban este correo es muy probable que no se sorprendan; en realidad yo he sido quien se ha llevado la sorpresa de su vida pues ninguna de las personas que me conoce desde hace tiempo ha mostrado la mínima extrañeza por todo lo que aquí cuento porque, sin excepción, todos se imaginaban ‘algo’ pero su respeto por nuestra amistad o cercania les ponía por delante la barrera que no se atrevieron a salvar jamás.

Soy transexual, o, dicho en términos mas o menos rebuscados o científicos, que para el caso es lo mismo, padezco de lo que se ha dado en llamar disforia de genero; desde la mas temprana infancia supe que era diferente pero no sabia exactamente por que, solo sabia que ponerme ropas de mujer me hacia sentir bien pero al mismo tiempo siempre me gustaron las mujeres y solo me enamore de mujeres, me tomo media vida averiguar que la orientación sexual es una cosa y que la identidad de genero es otra, a la vez que siempre sentí que no me identificaba con mi cuerpo ni con mis genitales lo que genero complejos de culpa y sinsabores internos inenarrables.

Desde el 2004 me estoy tratando con una clinica de identidad de genero y recién estoy dando los primeros pasos para lograr transformarme en la persona que siempre he sentido ser.

Algún día cuando toda esta pesadilla que ha sido mi vida termine, -la pesadilla, no la vida- , tal vez escriba sobre todo o les cuente a aquellos que no me abandonaron, como lo que parecía imposible se fue haciendo posible. Porque si, será posible...

Se que necesitare mas apoyo que nunca, aunque he tenido el que no esperaba, lo cierto es que todo este camino es bien solitario y doloroso, yo no le temo al dolor físico, a fin de cuentas, el dolor físico es cosa que pasa, el dolor emocional es mucho mas temible y he convivido tanto tiempo con el que es como un familiar cercano pero mas incomodo que un enemigo; tengo una amiga, un gran ser humano, que paso por todo lo que tendré que pasar, vemos no sin cierta sorpresa como nuestras historias se entrecruzan con similitudes increíbles y ella se ha convertido en mi apoyo mayor. ella no me ha pintado un cuadro color de rosa, sino que me alerta de todo lo que hallare en este camino durísimo, cada encuentro con ella es una edificante experiencia que me saca –temporalmente- de mis depresiones eternas y me da fuerzas para vivir una semana mas porque en realidad, lo único que pueden hacer los que nos quieren es no abandonarnos, este camino es bien solitario e incomprendido aunque algunos programas recientes de TV vayan extendiendo las fronteras de la comprensión de aquellos que aun están dispuestos a escuchar y ver con un enfoque nuevo lo que los prejuicios manidos del pasado han distorsionado.

El primer efecto de las hormonas y los bloqueadores de la testosterona que facilitan potenciarlos es depresión, tristeza, confusión en las emociones y un cuadro total de desesperanza y dolor que suele ser el mayor obstáculo para casi todo el que emprende este camino; la electrolisis es dolorosísima, hasta el punto de ser insoportable y el peso total del reto es casi insalvable si no se enfrenta con una estrategia clara y segura. ¿Las cirugías? Es lo que no temo para nada, a fin de cuentas son con anestesia y luego la recuperación es para bien, eso no me preocupa. ¿El peso financiero? Es inmenso pero, a fin de cuentas, si el dinero no sirve para comprar felicidad, al menos que sirva para comprar paz de espíritu como subproducto de todo este proceso, y gracias a Dios, no me ha faltado el que necesito, ya tengo el que necesito para cubrirlo todo.

Lo primero será la electrolisis y las hormonas, una vez que tenga la electrolisis bien avanzada o ya terminada me haré la cirugía de feminización facial y los implantes en los pechos en México, hay allí un cirujano que hace un trabajo increíble, y, tambien cuando llegue el momento me iré a Tailandia para la cirugía de reasignación de sexo con otro cirujano también fantástico, los precios de estos cirujanos son mas bajos que en cualquier otro sitio y he conocido varias personas que se operaron en uno y otro sitio con muy buenos resultados. Ya les contare.

Tal vez algunos se pregunten que sitio le doy a la reacción de los demás, en realidad no me preocupa ni me hiere ni molesta la reacción de nadie; ninguno de mis amigos o familiares ha vivido mi vida y no puede ponerse en mi lugar; si alguien prefiere poner sus prejuicios por delante del poco o mucho aprecio que me pueda tener, pues que los prejuicios le compensen la perdida, yo, por mi parte, dormiré con la tranquilidad que he logrado en cuanto a estas cosas.
Yo no veo otra salida y en realidad, desgraciadamente, no la hay. Tengo el apoyo insustituible de la amiga que mencione, cuya transición o transformación yo presencie desde el principio y hoy es feliz y una gran amiga a quien le envidio la fuerza de voluntad y la fortaleza de espíritu que le permitió vencer todos los obstáculos. Tengo el inesperado apoyo de casit todos mis amigos.

Todo esto es un proceso muy complejo y, desgraciadamente, peor comprendido, además de doloroso y hasta lleva su parte de tristeza pero es indispensable para mi propio bienestar emocional. Gracias a Dios, después de tanto sacrificio, he logrado ahorrar lo suficiente para enfrentar el costoso reto.

Salvo un grupo de hipócritas que se dicen religiosos, con quienes tuve lo que creía que iba a ser una buena amistad, nadie me ha dado la espalda; mis otros amigos lo siguen siendo y son mi mayor y mejor apoyo. A estas alturas de mi vida la opinión ajena ya no cuenta porque yo estoy en paz conmigo mismo y no tengo otra opción tampoco. La vida es demasiado corta para pasarla contando con las opiniones de los demás.

Tal vez le asista la razón a algunos de mis amigos cuando digan que, en ocasiones yo suelo expresar lo que siento en una ráfaga repentina, algunos se preguntaban por que, tal vez porque la presión interna de un conflicto de genero es enorme, y esas explosiones suelen ser fuente de alivio o constituir llamadas de auxilio aunque este no es el caso ni el marco para explicarlo todo ni el objetivo por el que les escribo, lo cierto es que, cuando se cierran todas las puertas que se han buscado, hallado y abierto en busca de respuestas y nos queda solo la opción de transformar el cuerpo para adecuarlo a nuestros sentimientos, solo entonces se llega a un oasis, a una paz diferente, solo que es como la calma que precede a una tormenta, es una calma con movimiento interior pero positivo, es un estado inefable que me atrevería a decir que se parece algo a mi idea de la felicidad porque al fin, luego de toda una vida, hay una meta real, que es la de siempre, pero ya sin dudas y con la posibilidad de llegar a ella añadida a una fortaleza nueva. Es el convencimiento total de que el mundo entero puede cuestionar lo que sientes y lo que haces sin que la opinión de nadie, de absolutamente nadie, pueda interferir con la única decisión tomada, porque, a fin de cuentas, solo cuenta lo que tu sientes porque tu autoestima ha desbordado el viejo cauce y no quedan miedo. Me alegra haberme equivocado con algunos; no sabia que esperar de cada cual aunque no me proponía cuestionar las reacciones ajenas porque no iba a pretender explicarme lo que sienten yo no he vivido sus vidas, del mismo modo que ellos no han vivido la mía y tal vez donde digo 'ellos' debía decir 'ustedes', incluyendo a todos por igual porque, a favor, en contra, con o sin reticencias o con rechazo total o abierto o no de unos u otros, al final se trata de mi propia vida y de mi propia búsqueda de la felicidad a la que siento hoy que tengo tanto derecho como cualquier otra persona y ponerme en función de la opinión ajena, lo que he hecho también siempre, por error, solo me privaría de la posibilidad de disfrutar lo que, al fin, vaya logrando, sea mucho o poco.

Algunos de mis familiares me dieron la espalda en su momento a la vez que, paradójicamente, mi padre fue siempre mi mayor apoyo, luego, en la medida en que tuvo más información, mi madre fue reconciliándose con la idea mientras mi hermana jamás entenderá nada. Aunque sea en la distancia, el apoyo de mis padres me ayuda mucho.

Que nadie tenga pena de preguntar nada, de opinar nada, de decir lo que piensa, no crean que pueden herirme con un comentario ni nada por el estilo, todas las preguntas son validas.



Cariños a todos,

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